REFLEXIÒN

Inmerso en profunda calma, mìralo...còncentrate en la presencia de Dios que habita en tu alma. Quèdate quieto, no dejes de mirarlo... Ahora, hàblale a Jesùs, Èl està escuchàndote, te ve y a la vez mira al Padre para elevar tus ruegos...ora y pìdele que se apiade de ti, con confianza, sin miedo.
Èl tampoco lo tuvo cuando por ti derramò su Sangre Preciosa..."mantente asì tù y Èl unidos"...reza, reza, reza.

Al terminar tu coloquio dale gracias y obsèquile tu vida, y tus seres que te son amados... y dale un beso... has de continuo este ejercicio espiritual y vendrà la paz y un gozo inexplicable y despuès permite que se quede en tu alma, en tu corazòn, y extirpe lo mal que vea en ti, pero escucha y escucha bien `Consàgrate a Jesùs`y Èl vendrà a ser tu medicina.

PAZ Y BIEN, DIOS PADRE BUENO Y MISERICORDIOSO TE BENDIGA.