EL PRECEPTO

SEAN CORAZONES DONDE ÈL PUEDA POSARSE

SEAN CORAZONES DONDE ÈL PUEDA REPOSAR

El Precepto, se propone como una formaciòn de alta espiritualidad para tu consciencia y tu alma, ¡Ser amor, hacerse amor!, viviendo siendo testigos del amor, como verdaderos discìpulos de Cristo y hacer discìpulos de Èl entre los hombres. El Precepto, para que vivas de continuo el esfuerzo en el cuerpo, la mente, el alma y el espìritu en un mundo que no se detiene anre la barbarie, el desastre de la maldad, que es pemisivo y hedonista, amador de sì mismo, relajado y desconcentrado, sin reglas ni escrùpulos, cuyo dios es la idolatrìa y el dinero, el desorder y la traiciòn.

Para que venzas y vuelvas las espaldas al mundo y que le obligues a que èl te las vuelva a ti. Para que eches fuera al prìncipe de las tinieblas, enemigo universal de nuestra salud, como autor de todos los desordenesen el mundo, desequilibrados movimientos de nuestra sociedad y de nuestras pasiones.

Mira: Hoy pongo delante de la ti la vida y el bien o la muerte y el mal: Si cumples lo que yo te mando hoy, amando al Señor tu Dios, cumpliendo sus preceptos, viviràs y te multiplicaràs. El Señor tu Dios te bendecirà en la tierra donde vas a entrar para poseerla. Pero si tu corazòn se resiste y no obedeces, si te dejas arrastrar y te postras para dar culto a dioses falsos y extranjeros, yo te anuncio que hoy pereceràs sin remedio y que, pasado el Jordàn para entrar a poseer la tierra, no viviràs muchos años en ella.

Hoy tomo por testigos al cielo y a la tierra de que les he propuesto la vida o la muerte, la bendiciòn o la maldiciò.


Elige la vida y viviràs, tù y tu descendencia, amando al Señor tu Dios, escuchando su voz , adhirièndote a Èl; pues en esto esta tu vida y el que habites largos años en la tierra que el Señor prometiò dar a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob.

Libro Deuteronomio: 30, 15-20

Que con temor y tremor sigas El Precepto del Señor y seas capaz de comprenderlo todo, para portar el mensaje del Evangelio hasta el extremo y la heroicidad.

Entrar en el claustro del Amor

Cuando ofrezcas a Dios tu alma y tu cuerpo, y tu vida, y tus bienes, es necesario lo ofrezcas de buena gana, para que sean aceptadoa delande de su Divina Misericordia, porque no habrà provechosa aceptaciòn en Dios, si no hay en nosotros santa intenciòn.

¡Oh Alma dèbil! dèjate arrancar del mundo que te està secando y permite ser trasplantado al bosque de Nuestro Señor, donde tendràs el agua y la luz para redimirte! Sigue a Dios, dòcilmente, pues debieras sentarte en el catàlogo de los virtuosos. El mayor voto del mundo es ser uno cristiano, ser cristiano es de necesidad. A ti que vives en el mundo, pero deser no ser del mundo, y venir al baldìo, al abandono, - a la dureza de la vida-, guarda de los mandamientos, porque en el dìa del tremendo juicio, te pediràn cuenta su fuiste buen cristiano, y despuès te preguntaràn de tu labor apostòlica.

¡Soldados del demonio!, convertirse en ¡Soldados de Cristo!, ayuden a las almas a salvarse como antes las desayudaste, den la cara por Cristo ya que antes en esto fueron unos cobardes...

SEAN CORAZONES DONDE ÈL PUEDA POSARSE

SEAN CORAZONES DONDE ÈL PUEDA REPOSAR

Asì pues, escuchen ustedes lo que significa la paràbola del sembrador. Hay quien oye el mensaje del reino, pero no lo entiende; viene Satanàs y le arrebata lo sembrado en su corazòn. Este es como la semilla que cayò al borde del camino. La semilla que cayò en trreno pedregoso es como el que oye el mensaje y lo recibe enseguida con alegria, pero no tiene raìz en si mismo, es inconstante y, al llegar el sufrimiento o la persecuciòn a causa del mensaje, en seguida sucumbe. La semilla que cayò entre la maleza es como el que oye el mensaje, pero la preocupaciòn del mundo y la seducciòn del dinero ahogan el mensaje y queda sin fruto. Finalmente, la semilla que cayò en la tierra buena es como el que oye el mensaje y lo entiende; èste da y produce fruto, sea cien, sesenta o treinta.

Mt 13, 18.23